Estado de navegación: Con intereses históricos
Últimas notas: Barcos fantasmas
Preferentemente escuchando: Nada, en este momento un poco de silencio
Y bebiendo: Algo de licor dulce
Dionisio, en su recorrido por Grecia y Asia Menor, llegó de nuevo a Argos y quiso acercarse a la isla de Naxos. Para ello contrató los servicios de unos piratas tirrenos. Los piratas fingieron aceptar el trato pero en lugar de conducirle a Naxos pusieron rumbo a Asia con el fin de venderle allí como esclavo. Dioniso se dio cuenta y con ayuda de su poder transformó los remos de la nave en serpientes, llenó el barco de hiedra y después hizo sonar unas flautas invisibles. Finalmente paralizó la nave entre enramadas de parra.
Los piratas, enloquecidos y asustados, se arrojaron al mar y una vez allí se convirtieron en delfines, cuyas almas seguían siendo de piratas, pero piratas arrepentidos. La leyenda dice que por eso los delfines acompañan y salvan a los náufragos, porque son aquellos piratas que quieren expiar su culpa.
La historia se propagó y así el poder de Dioniso fue reconocido por todo el mundo y el dios pudo ascender a los cielos después de haber terminado su tarea en la Tierra.
Navegando en barcos de papel creados de los mejores cuentos y las más maravillosas partituras… Ahoy!
Capitana Vudulicius Lost
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